24 de octubre de 2012

Capítulo 5 (Parte 2)

Se sentó en el sillón cuando terminó de ponerse su bikini y a los cinco minutos llamaron a la puerta. Ya eran las nueve y media. Deborah se levantó y abrió. Era Richard:
- ¿Estás sola?- preguntó Richard.
- Sí- contestó Deborah.
- Pues entonces..- cortó su frase y la cogió de los brazos y la besó.
Ella se quedó muy quieta y lo siguió besando. Cuando se terminó ese bonito momento:
- Bueno, ¿damos el paseo?- preguntó Richard.
- Claro..- dijo Deborah preocupada, ella le había mentido a sus amigos diciéndoles que iba a ensayar.
Richard le echó el brazo por encima mientras paseaban:
- Debi, el beso de antes.. bueno, fue un impulso pero ¿por casualidad te gustó?
- Eh.. no es que tú me gustes, te conozco muy poco y hay una cosa que no sabes.
- Bueno, pues ya es hora de que me lo cuentes.
- Verás, yo tengo novio.
- ¿En serio? Nunca te he visto con él.
- Eso es porque.. no quería que tú me vieses con él.
- ¿Y eso a qué se debe?- dijo muy interesado.
- A que.. cuando te vi sentí algo por dentro, y desde entonces no he dejado de pensar en ti.
- Eso es una obsesión, pero en cuanto nos liemos te olvidarás de mí- dijo desilusionado.
- Yo no quiero que tú dejes de pensar en mí, me has gustado mucho.. Cuando te vi quedé impresionado.
- ¿En serio?
- Si, pero tú tienes novio.
- Pero.. ¿no puedo tener amigos?
- ¿Solo quieres que seamos amigos?
- Pues sí, pero podríamos tener algo.
- Ahora ¿no?

Richard cogió a Deborah por el brazo y se la llevó al lado del lago a toda prisa, allí empezaron a besarse más apasionadamente que nunca.
Deborah sabía que lo que hacía estaba mal, pero Richard le despertaba un sentimiento por dentro.. y no podía dejar de besarle.
Richard la cogió en brazos y se adentró con ella en el lago. Ahí empezaron a quitarse los bañadores, y empezaron a hacer el amor.
Estuvieron ahí una hora y al terminar se tumbaron en la orilla.
- Richard, a sido estupendo, nunca lo había pasado tan bien.
- Me alegro que te haya gustado, tú me has echo sentir lo que nunca nadie había conseguido. Podríamos seguir viéndonos sin que tu novio se entere.
- ¿Y tú no tienes novia?
- No, pero he tenido muy pocas. Bueno contéstame.
- Yo no siento amor por ti, no quiero hacerte daño, solo tengo una obsesión..
- Bueno pero con el tiempo que pases conmigo te podré gustar.
- No lo sé. La verdad es que yo al que quiero es a mi novio.
- Déjale por mí, yo puedo darte más cosas.
Deborah puso una cara rara, se levantó del suelo y se fue corriendo hacia su cabaña.
Richard salió detrás de ella, pero se tropezó con una rama y se cayó. No se hizo nada y decidió irse para su cabaña. Ya la vería al día siguiente.
Deborah llegó a su cabaña, abrió la puerta y entró. Eran ya las once de la noche. Se sentó en el sofá y pensó en lo que acababa de hacer. Se lo había pasado muy bien pero le había puesto los cuernos a su novio. Ella quería seguir viendo a Richard, solo sería una pequeña aventura de verano, después seguiría tan bien con su novio. Dejó de comerse el coco y se fue a la cama. No podía dormirse pero al final cayó y los demás no habían llegado. Deborah por primera vez tenía miedo a enamorarse de él.
Los demás llegaron a la cabaña a las tres de la madrugada y se acostaron.
Deborah no se enteró de que habían llegado, estaba profundamente dormida.
Por la mañana a las diez Debi y Kate bajaron abajo a desayunar.
- Buenos días- dijo Debi.
- Buenos días.
- ¿Qué tal lo pasasteis anoche?
- Bien, tu novio pilló un pedo..
- Como siempre, este no puede ser peor.
- Alan no quería entrar en una discoteca, pero al final entramos todos y allí pasó de todo.
- Ya, me lo imagino.
- Nos vinimos porque ya era muy tarde y estábamos muertos de sueño.
- Yo no os oí llegar, ¿qué hora era?
- Llegamos a las tres de la mañana. ¿Y tú que tal el ensayo?
- Bien, hoy grabaremos pero no me dijeron hora.
- Muy bien, me alegro, voy a hacer los desayunos.
- Vale gracias.

Jack bajaba las escaleras y detrás de él Caroline. Los dos se sentaron junto a Deborah en el sillón sin decir nada.
- Buenos días- dijo Kate con la bandeja del desayuno para todos- ¿no se han levantado los demás?
- No- respondió Caroline secamente.
- Pues les dejaré el desayuno aquí.
Desayunaron mientras los otros seguían durmiendo. Llamaron al timbre. Kate fue a abrir.
- Buenos días- dijo Alex- ¿y Deborah? ¿No se acuerda de que hoy grabamos a las diez?¡Llevamos media hora esperándola!
- Espera- dijo Kate- ¡Deborah! ¡Los del comercial te buscan!
- ¡Voy!- dijo pegando un salto del sillón- ¿Qué pasa?- dijo mirando a Richard de reojo.
- Pues pasa que llevamos media hora esperándote.. - dijo Alex con los brazos cruzados.
- ¡Ah! No me dijisteis la hora, así que no tenía ni idea, pasad que me pongo el bikini y ya.. cinco minutos- dijo Deborah subiendo ya las escaleras a prisa.

Nadie habló en ese rato.
- Ya estoy lista.. - dijo Deborah.
- Pues vamos ya, ¡Dios mio! Que tarde se nos hizo, venga para afuera..- dijo Alex desesperado.

Al cabo de diez minutos llamaron a la puerta.
- Buenos días- saludó Caroline.
- Hola, me preguntaba si os apetecería venir con nosotros a una pequeña excursión..- explicó Nick desde la puerta.
- ¿Y a dónde sería?- se acercó Jack.
- Pues al otro lado del lago, detrás de las montañas.
- Pero eso nos llevaría todo el día- dijo Kate- y a mi personalmente lo de andar no me hace mucha gracia.
- Por eso llevamos las tiendas de campaña, sacos y demás, pasamos la noche allí. ¿Os hace? Partimos en quince minutos.
- Suena bien, ¿preparamos algo o qué?- dijo Jack.
- No, no hace falta, nosotros llevamos todo, en compensación por el conejo..- guiñó un ojo.
- Vale, preparo mi saco y me reuno con vosotros en cinco minutos ¡ah! y la tienda- Jack fue hacia su cuarto.
- Voy a ver si Alan quiere venir..- salió corriendo Caroline.
- .. ¡Hola Nick!- Joseph acababa de levantarse y saludó a su colega.
- ¿Te vienes de camping esta noche?
- Yo me apunto a lo que sea- rió Joseph.
Caroline bajaba con mala cara. Alan se había negado en rotundo a ir de nuevo con los alcohólicos vecinos. Se quedaría trabajando.
- Me da igual, yo pienso ir- dijo Caroline.
Todos estaban listos, excepto Deborah, que rodaba el comercial, Kate que no le atraía nada la larga caminata y Alan que prefería trabajar en vacaciones antes de pasar un minuto más con esos depravados.
Emprendieron la marcha, montaron en barcas para cruzar el lago.
Entre charla y parada llegaron casi a las cuatro de la tarde al sitio pensado.
Joanne se quedó rezagada mirando una araña gigantesca, pero se sobresaltó y huyó. Tropezó con las piedras y se hizo una herida bastante profunda. Nick la ayudó. Al bordear los árboles, llegaron a un plano. Allí ya había una tienducha, mal encajada y sucia, un saco de dormir, raído asomaba en la puerta.
Se quedaron boquiabiertos mirando aquel horror. Detrás de ellos se oyó un ruido de palos cayendo al suelo.
- ¡Amigos!- Ganster los abrazó- ¿Dónde pilila?
- ¿Pilila?- se extrañaron.
- ¡Jejeje!- imitó a Alan, cruzando los brazos y poniéndose serio.
- ¡Ah! Alan..- dijo Joseph riéndose- la verdad es que lo imita bastante bien- se rió más fuerte.
- ¡Correcto!- dio aplaudiendo- jejeje- sacó una botella y se acercó a Joanne- ¿jubamos?- y aplaudió otra vez.
- Luego.. esta noche- dijo Joanne sonriendo.
Nick instalaba las tiendas y Joseph le ayudaba.

Mientras, Deborah en el lago ensayaba un poco la nueva escena con Richard.
Tuvieron que detener la escena debido a que llamaron a Alex al teléfono.
- ¡Un momento!- gritó Alex y cogió el teléfono- ¿Siii?- dijo con pluma- ¡hola mi amorr, ¿qué tal chata?!- preguntaba a Karen.
- Llamaba para decirte que.. ¿cuándo coño vas a venir a recogerme "so" imbécil?- preguntó con ordinariez.
- Pareces enfadada querida.. respira hondo, inspiración, espi..
- ¡A la mierda la respiración! ¡O te presentas aquí ahora mismo o te corto los huevos!
- Auuu, modera tu lenguaje.. ahora voy, termino la toma y voy ¿ok?
- ¡Que te jodan!- gritó Karen, y colgó.
- Menudo carácter- dijo Alex guardándose el móvil y volviendo a la escena.

La última escena consistía en el diálogo del anuncio, tras la última escena, Deborah se despegaba de los labios de Richard y él decía:
- Tu pelo es irresistible- acariciándoselo.
- Claro, porque uso.. ¡Freshmatix!- sacaba el champú de debajo del agua- y lo complementa la crema corporal y gel matix, para tener una piel suave.
- Por eso no he podido evitar ser Freshmatizado- se besaban y él la cogió en brazos y la sacó a la superficie, y simularon hacer el amor desnudos.
- Y.. ¡corten! ¡perfecto! ¡sí! un aplauso..- decía Alex acercándose a la pareja.

Richard y Deborah se vestían.
- ¿Ya hemos terminado?- preguntó Richard a Alex.
- Pues sí, tengo que irme.. ¡chicos recoged las cosas! ¡me voy, hasta luego!
Alex corría como un loco con el coche, salió del camping y paró junto a la cabaña de mantenimiento de Ganster, que tenía la chimenea encendida.
Salió a la carretera y en vez de correr, volaba.


 En menos de veinte minutos entraba en la ciudad y a los cinco minutos estaba en la calle de Karen. Bajó del coche sudando y lo cerró, respiró hondo y se abanicó con las manos poniendo los ojos en blanco. Subió las escaleras y llamó al timbre.


Al segundo, la puerta se abrió y apareció una muchacha con el rostro crispado y una mueca muy desagradable.
- ¡Ya era hora, capullo!- salió y lo empujó. Llevó las maletas al lado del coche descapotado.
-¿ Te ayudo, mi vida?- cerró la puerta de la casa y se acercó a ella. Karen ya se había montado en el coche y se había puesto unas gafas de sol. Alex metió las maletas en el maletero.
- Arrancando..- arrancó el coche.
- ¡Voy!- se montó con el coche casi en marcha y salieron a toda pastilla hacia la cabaña número once.
En todo el viaje hablaron. Esta pareja desde siempre había sido así. La mujer era la que mandaba.

Continuará..

23 de septiembre de 2012

Capítulo 5 (Parte 1)

Tras almorzar, todos charlaban, estaban muy ilusionados con el comercial, pero a los chicos ya no les importaba tanto ya que sabían que Richard había sido seleccionado.
Llamaron a la puerta. Alan fue a abrir y detrás de la puerta estaba Alex que se encontraba de espaldas, al darse la vuelta se quedó con la boca abierta y Alan dirigiéndose a él:
- ¿En qué puedo ayudarle?- dijo alzando una ceja.
- ¿Está Deborah?
- Pues.. - alguien le pegó un empujón y se cayó al suelo.
- ¡Alex! ¡Pasa mi preciado amigo del alma!- dijo Deborah haciéndole la pelota.
- Solo vengo para decirte que has sido elegida para mi comercial, que filmaremos a partir de mañana..- le dijo Alex sin apartar los ojos de Alan.
- ¿Ya tienes al modelo?- dijo entusiasmada Deborah.
- Pues si, y bastante guapetón, ya lo verás. Bueno me voy que tengo que preparar las escenas y todo lo demás, ¡hasta luego!
- ¡Hasta luego y gracias Alex!
Dentro Alan estaba ya en el sillón sentado y Deborah comunicó la noticia a todos.
- ¡Enhorabuena!- dijeron todos al unísono.
- Gracias.

Por fin llegó el esperado día de la grabación, Deborah se despertó a las seis y cuarto y se echó una serie de potingues en la cara. Bajó a la cocina a desayunar y cuando terminó al cuarto de hora se propuso tomar el camino hacia el lago, pero alguien la llamó:
- ¡Espera Debi!- gritó Kate- ya estoy lista, es que quiero acompañarte.
- ¡Ah! Gracias Kate. ¡Marchémonos!- contestó Deborah efusiva.

Ya estaban llegando al lago cuando de repente apareció Ganster.
- Ejejeje, yo también voy- dijo con la baba caída.
- ¡Qué asco!- exclamó Kate haciendo moines.
- ¿No hablarás en serio, no?- preguntó Deborah.
- Pues no, ejejeje- contestó Ganster- bueno adiós.
Y cuando se fue Kate y Deborah siguieron andando hasta llegar al lugar indicado. Todos esperaban a Deborah, al lado del lago habían aparcadas dos caravanas.


- ¡Hola Deborah!- saludó Alex- ya puedes pasar a la caravana roja a cambiarte, dentro está tu compañero cambiándose en uno de los cuartos.
- ¡Ah vale! no tardo- dijo Deborah corriendo hacia la caravana roja y entrando.
Una vez dentro se quedó quieta al ver que alguien había salido de una de las dos puertas. Era Richard, era la primera vez que Deborah lo veía y le pareció muy atractivo. Solo llevaba un bañador y bastante sexy.
Él era alto, guapo, con buen cuerpo, moreno y lucía el pelo pincho.
- ¡Hola!- saludó Richard.
- Ho-hola..- dijo Deborah.
-¿Qué tal?¿Cómo te llamas?
- Me llamo Deborah, ¿y tú?
- Richard, yo salgo en el comercial y aquí tengo las escenas- dijo enseñándole unos papeles.
- Yo también salgo, y creo que contigo..
- Sí, tú eres la modelo de la que habían hablado.
- ¡¿Modelo?! Eh.. no es para tanto.. jeje- dijo colorada- bueno voy a ponerme el bikini, ¿me esperas?
- ¡Claro que sí!, tenemos que llevarnos bien.
- Gracias.. Richard.
- No hay de qué..- pensando para sí: -si fuera otra no la esperaría.
A los diez minutos salió del cuarto.
- ¿Qué tal me ves Richard?
- Estás genial, guapísima, ¡un diez!
- Jajaja, gracias hombre pero no exageres.
- Es la verdad, no he exagerado.
- ¡Venga que os estamos esperando!- Alex entró y los echó para afuera a los dos.

Alex les explicó a Deborah y Richard lo que tenían que hacer en la primera toma.
- En la primera toma.. Sale Deborah metiéndose en el lago con el bote de champú en la mano, detrás llegará Richard que se tiene que tirar con estilo al agua, y él le lavará con el champú a Deborah el pelo. Cuando termine, los dos se sumergen en el agua, y hasta aquí la primera toma.


La ensayaron unas cuantas veces y cuando la filmaron, Alex explicó la segunda parte.
- Ahora, los dos saldréis del agua, como si fueseis volcanes y Richard besa apasionadamente a Deborah.
- ¡¿Queeé?!- se sorprendieron Richard y Deborah a la vez
- Eso...- contestó Alex- Venga actúen.
Lo tuvieron que ensayar muchas veces, y cuando llegó la toma verdadera lo hicieron muy bien, hasta parecía que se besaban con verdadera pasión.
Alex saltó y dijo:
- ¡CORTEN! ¡Ha quedado perfecto!..eh... ya podéis parar... ¡Que ya hemos terminado!... bueno, no hacen caso...
Cuando se despegaron se miraron fijamente, Alex procedió a hablar:
- Bien, falta la última toma, que la haremos mañana, ya que se nos hizo tarde.... son las cuatro y media de la tarde, así que os invito a comer...
-¡Gracias!- exclamaron Richard y Déborah.
- Bueno, pues, yo me voy...- dijo Kate
-¡No! Tú también estás invitada encanto- la paró Alex cogiéndola del brazo.
-¡Ah! Pues muchas gracias...- dijo Kate soltándose.
Y se dirigieron hacia la cabaña número once. Comieron todos muy calladitos, puesto que estaban muy cansados de rodar. Kate fue la primera en irse a la cabaña número trece ya que quería echarse una siesta.
Luego Richard que se instaló en la cabaña número doce, se levantó de la mesa, al igual que Deborah, y se despidieron de Alex. Al salir de la cabaña, Richard paró a Deborah.
- Eh, Deborah- dijo Richard cogiéndola del brazo.
- Puedes llamarme Debi- ¿Qué quieres?
- Debi, eh... pues he pensado que para conocernos más esta noche podríamos dar una vuelta por el bosque y el lago... ¿te parece?
- Pues bueno... no es mala idea, me encantará conocerte más... profundamente- dijo Debi.
- ¡Vale! Llévate el bikini...
- De acuerdo... nos vemos.
- Te pasaré a buscar. Hasta luego- se acercó a ella y la besó en la mejilla.
Ella sin decir nada se fue a su cabaña.
Cuando llegó, todos le preguntaron:
- ¿Cómo te fue el comercial?- dijo Caroline.
- Bien, no mal del todo...- dijo Debi bostezando.
- Mejor que te eches un rato y descanses, te veo echa polvo- dijo Jack.
- Sí, creo que va a ser lo mejor...- subió las escaleras hacia su habitación.
Kate estaba dormida, Alan echaba la siesta en una hamaca en la azotea y Joseph estaba en el jacuzzi relajándose.
Fuera, Nick y Karl jugaban con Joanne, Meg, Peter y James a voleibol, habían atado una cuerda a dos arboles, y se lo están pasando muy bien. Alan, con tanto ruido se levantó de la hamaca y decidió ir a darse un baño al lago a solas.
Salió de la cabaña en bañador, sin ser visto por nadie. Jack se durmió en un sofá y Caroline en el otro.
Cuando Alan llegó no había nadie, y se metió. Se quedó en la orilla, ya que no sabía nadar.
Alex y Fran aparecieron con su bañador y unas toallas, se metieron:
- ¡Hola!- saludó Alex.
- Hola..- respondió Alan.
- ¿Cómo estás, guapetón? ¿Alan eras tú?
- Sí, tú eras el mari... el del comercial...
- ¡Exacto! Este es Fran, mi ayudante- dijo señalando al muchacho que lo acompañaba a todos lados.
Alex se puso a nadar con estilo, mucho estilo y mucha pluma también. Alan decidió no mirarle, ya que estaba haciendo el rídículo según él.
Después de bañarse se fue de alli corriendo y no le dijo nada a Alex y Fran. No tenía ganas de oírlos.
Alex no había dejado de mirar a Alan mientras se alejaba del lago.
Ya eran las nueve, estaba oscureciendo. Todos estaban en el salón.
- Bueno, ¿y ahora qué hacemos?- preguntó Jack.
- Podríamos salir fuera del camping- dijo Joseph.
-No es mala idea... podemos cenar en un restaurante- dijo Kate.
- Lo siento, pero yo no puedo ir- dijo Deborah- He quedado con Richard para ir con Alex a rodar, a ensayar... - mintió.
- Yo sin tí no voy a ningún lado- respondió Joseph.
- Pues en ese caso... Alan ¿tú quieres salir fuera del campig?- preguntó Caroline.
- Es preferible eso a hacer nada...- dijo él.
- ¡Vámonos pues!- exclamó Kate.
Todos salieron de la cabaña, menos Deborah que se quedó esperando a Richard.

Contiuará..

7 de septiembre de 2012

Capítulo 4

La noche volvió a llegar tan rápido como la anterior. Tan solo hacía una hora que la cabaña once estaba ocupada. Los inquilinos habían llegado en varias caravanas y coches. Parecía que había mucha más gente que en cualquier otra cabaña. Nick los conocía y por la noche se volvió a celebrar otra fiesta de la hoguera. Nick volvía de la cabaña once hablando con otro hombre.


Cuando llegaron a la hoguera, Nick los presentó:
- ¡Chicos! ¡Este es Alexander Fridman!- lo señaló.
- ¡Hola!- saludó Alex-¡uf! ¡qué calor! Si alguien no me ofrece un refrigerio me temo que voy a sufrir un patatús- se tocó el pecho con el dedo índice y luego se señaló la frente.
- Ten- le ofreció Meg- encantada, soy Meg Taylor.
- Encantado querida ¡uy! ¿¡No te han dicho que tienes un pelo de escándalo!?
-No así..- sonrió como una tonta.
- ¡Pues, chicas y chicos! ¡Estoy buscando modelos para la filmación de un comercial!- se puso de pie y anunció- ¡podéis hacer los castings mañana en mi súper cabaña!- lógicamente ya había seleccionado a unos- empezó a decir sentándose con su copa- pero no estoy muy convencido.
- ¿De qué es el comercial?- preguntó Joseph que tenía rodeada por la cintura a Deborah.
- Pues de un champú.., la empresa ha visto mi trabajo y saben que soy el mejor para hacerlo..- bebió y suspiró.
- ¿A qué hora empieza el casting?- se interesó Jack, que estaba sentado junto a una distraída Kate.
- ....A las...- se quedó mirándolo de arriba a abajo- diez, si, a esa hora estaría bien. Si te quieres presentar, antes tendrás que cortar esas greñas.. es un comercial serio..- se fijó en Kate- niña, tu pelo se ve bastante cuidado.. ¿te presentarás?
- ¿Eh?- se sobresaltó.
- ¡Yuju!- puso los ojos en blanco- digo que si vas a hacer el casting, cariño..
- ¡Ah! Sí, ¿por qué no?- volvió a mirar hacia el lago.
- Caroline ¿y tu novio?- preguntó Karl, el cual se estaba poniendo morado con los aperitivos.
- Se ha quedado en la cabaña- bebió un trago de su copa y siguió hablando animadamente con James.
- Se os ve un poco agotados, así que los que estén interesados en presentarse al casting deberían ir muy descansados..
- Sí, tienen razón. Ya habrá más noches para no dormir...- saltó Nick- yo me retiro.. pero no tengo intenciones en presentarme al casting.
- ¿Por qué no, cariño? Tu tienes un cuerpo de ¡ay! escándalo..- Alex se pavoneó- pero yo si que necesito estar descansado para soportar a los directores que no han salido de las caravanas en todo el día. ¡Buenas noches!- se alejó con pasos insinuantes.
- Oye, Nick, este es algo rarito.. ¿no?- preguntó Joseph.
- No es rarito, el es así..- hizo un gesto con la mano- buenas noches..- se alejó con Joanne.
- Yo también me voy, tengo sueño- se levantó Kate- buenas noches- se alejó con paso ligero.

Llegó a la cabaña y subió las escaleras, pero se olvidó el móvil en la mesa del salón así que bajó, lo cogió y se dirigió de nuevo a las escaleras, pero antes de alcanzarlas, la puerta del baño se abrió y Alan salió en calzoncillos con el cepillo de dientes en la boca.
- Creí que estarías toda la noche, como ayer..- dijo con algo de indiferencia.
- Yo no tengo el cuerpo para tanta fiesta- bostezó fingidamente mientras no dejaba de mirarlo- buenas noches..- subió las escaleras sonriendo.

Alan subió después a su cuarto y se acostó. Kate no concilió el sueño al principio con la imagen de Alan en su mente, pero luego se durmió profundamente.
Ninguno se quedó más tarde de las tres de la madrugada en la hoguera. Al día siguiente todos se levantaron muy temprano. Kate le cortaba el pelo a su novio. Deborah se estaba arreglando. Se había depilado y llevaba una minifalda vaquera con un top negro y unas botas de tacón fino. Esta peinándose con esmero para hacer el casting. Kate no estaba muy convencida, pero Deborah la arrastró con ella para que participara. Joseph y Jack salieron fuera de la cabaña y esperaron a sus novias. Alan y Caroline aún no habían salido de su habitación.
Al llegar a la cabaña número once, había mucho alboroto. Cámaras, cables, focos, vestuario, etc eran llevado de arriba a abajo. Alex se encontraba fuera. Llevaba unos pantalones piratas blanco, pegados, y una camiseta abierta blanca, sin mangas. Tenía las gafas de sol en la frente y hablaba con dos hombres más señalando el lago. Les estaba explicando el lugar principal del anuncio. Los hombres llevaban unas libretas y
apuntaban cada vez qe Alex paraba de hablar.
Había varios coches más y mucha gente llevando y trayendo cosas.
- ¡Ay dios mío!- suspiró Alex- ¡No! La cámara ascenderá de este modo- explicaba- ¡Uy! ¡No, mi amor!- dijo acercándose a Deborah y demás- ¡Es un comercial de champú, no de moda! Tenéis que venir en bañador, ¿por qué no estáis en bañador?
- No nos dijiste nada...- explicó Deborah algo azorada.
- ¡Pero que descuidado...! ¡Poneos bañador! ¡Vamos!
- Sí, ya vamos...
- ¡Esperad! Seguro que es una horterada...
- ¡Frank!-llamó al que llevaba el vestuario- Dales a cada uno un bañador de los que yo he diseñador.


Deborah y Kate se pusieron unos bikinis que casi no tapaban nada. Las bragas de estos eran más bien tangas. Los bañadores de los chicos también eran muy ceñidos, y aunque tapaban medio culo, parecían quedarles pequeños.
- Mis modelos aún no se han dignado a aparecer por aquí, pero no importa... Serán sustituidos- Alex empezó a hablar por teléfono.
De repente aparecieron Nick, James, Joanne y Meg. La última siempre estaba en bañador así que Alex no se lo tuvo que prestar.
Llevaron varias cámaras y focos a la parte del lago donde Alex había estado hablando con los hombres que apuntaban.
- Bien, mis amores ¡Yuju!- llamó la atención de todos- El casting es en el agua, quiero ver vuestra gracia en el líquido elemento... ¡Vamos! ¡El primero!
- Voy- Joseph se acercó a la orilla e hizo su mejor pirueta salpicando a todos e incluso al megáfono de Alex.
- ¡Tenga cuidado, estúpido! ¡Esta ropa no es una baratija!
- Lo siento- se disculpó desde el agua.
- Vamos, entregadle el champú... ¡Ay! ¡No! ¡Que descuido! ¡Mi rey! ¡Tienes que nadar desde lo lejos hasta aquí! Veamos tu estilo...
Joseph se alejó unos metros de la orilla y se acercó nadando como un atleta.
- Bien.. pero si no tuvieras esas greñas mucho mejor.. ¡Siguiente!
Fueron pasando: Jack, que se tiró de un salto y como no sabía nadar muy bien buceó lo más cerca posible de la superficie. Después Nick que lo hizo tan bien como Joseph. James sin embargo consiguió arrancar una ovación por parte de los chicos.
- Bien, muy bien..- dijo Alex apuntando en una libreta- ahora las chicas.. vamos niñas..
La primera fue Joanne que no conseguía bajar el culo haciéndola parecer un perro nadando.
Meg se tiró con mucho estilo al agua y nadó bastante bien. Alex había quedado muy impresionado.
Siguió Deborah que lo hizo muy bien, y terminó Kate a la cual no le había salido tan bien lo de tirarse.
- Bien, mis amores. La cosa está muy reñida, menos tú- señaló a Joanne- has sido pésima así que ¡chaoo!- despidió de manera ordinaria. Joanne se fue enfadada.- Esta tarde me decidiré- se levantó de su silla y se acercó al lago- realmente es perfecto., es..-se detuvo al ver a lo lejos un hombre tirarse al agua desde lo alto de una roca con elegancia- mi hombre. ¡Frank!¡Frank! ¡Averiguame quién es el- ordenó al muchacho que parecía exhausto.
- Sí, Don Alex.. voy- salió con paso ligero hacia donde estaba el hombre.
- Si aquel Dios decide aceptar mi oferta no os necesitaré chicos-pasó por medio de ellos y se dirigió al interior de la cabaña.
Frank regresó con el "Dios" y se acercaron al corro.



- Alex.. aquí está..- estaba jadeando por haber corrido a su encuentro.
- Gracias cariño. Bien- dijo rodeándolo y mirándolo de arriba a abajo.
- Tú me dirás- se cruzó de brazos. Las gotas de agua hacían brillar su torso masculino- ¿qué quieres?
- ¿Te interesaría filmar un anuncio?- preguntó Alex tocándose la comisura dela boca.
- ¿Salir en la tele?- se interesó Richard.
- Claro, ¿por qué crees que hay cámaras?- dijo Alex con sarcasmo.
- Sí, claro que sí. ¿Cuándo?- miró a los ojos a Alex.
- Mañana empezaremos a ensayar.. Aquí a las siete en punto de la mañana, no llegues tarde, no me gusta la gente impuntual.
- Tengo que venir vestido con..
- No, el vestuario ya lo ponemos nosotros.. lo único que te falla es que tienes demasiado vello corporal..
- Claro. Soy un macho ibérico.
- No, para el comercial eso queda.. asqueroso; ve con Frank a su caravana.- Frank se lo llevó y lo depiló.
Desde fuera se podía percibir el dolor que estaba viviendo en ese momento Richard. Todos se dispersaron y regresaron a sus respectivas cabañas comentando lo del comercial.

Continuará..

29 de agosto de 2012

Capítulo 3

A las diez, todo Westside se había oscurecido. Nick, Karl, Joanne y otros amigos habían empezado ya la hoguera (fiesta de alcohol). Jack y Joseph, ayudaban a preparar las bebidas. Caroline salió en contra de Alan. Deborah también ayudaba con los aperitivos. A Kate le hubiera gustado que Alan también fuese a la fiesta, pero él no era de ese tipo de fiesta.
- ¿Seguro que no quieres venir, Alan?- preguntó Kate poniéndose las zapatillas.
- Seguro. Caroline, no debería de haber ido. No es propio de una mujer decente salir sola cuando está prometida.
- Eres un poco chapado a la antigua ¿no? Todavía no tienes los treinta y te sientes viejo.
- No me siento viejo, simplemente soy ético.
- Vamos, por salir un rato no te vas a convertir en un hippie melenudo...- se rió Kate.
- Claro que no, pero no voy- no levanta la vista del ordenador.
- Un par de copas Alan...- se puso delante suya y cerró el portátil- Hazlo como pago por el masaje de antes ¿eh?
- ... está bien- en realidad no quería perdérselo- sólo un par de copas y luego regreso...
- ¡Claro que sí! ¡Yo te las serviré!- sonrió- y pondré tanto alcohol que no sabrás ni quién eres- pensó.
- Bueno, me fio más de ti que de esos- señaló por encima de su hombro en dirección a los vecinos.
- Ven- lo ayudó a levantarse.
- Ya puedo caminar... mejor- caminó con dificultad.
- Deberías de ser más alegre...
-... sí soy alegre...
- ¿En serio? Pues te diviertes de una manera extraña- abrió la puerta.
- Bueno... divertirme..., no lo hago desde... ya ni me acuerdo...- se rió por primera vez en mucho tiempo y pasó por la puerta.
- ¡Vaya! He conseguido arrancarte una sonrisa, me merezco un premio...- también se rió.
-... Ahí están todos...- señaló la hoguera.
- Hay más gente- corrió y dejó solo a Alan.
- En fin, solo otra vez...- suspiró- la verdad es que no me gusta ser tan estirado, pero es como me han educado y no me puedo comportar de otro modo, mi naturaleza es así. Soy desconfiado..- iba diciendo mientras se acercaba al fuego.


En la hoguera, alrededor, estaban todos sentados. Alan se plantó delante de ellos. Caroline regresaba junto a Peter. Llevaban un cassette. Alan no se puso celoso al ver a su prometida con otro, pero le molestó que le faltara el respeto yendo con otro hombre.
- ¡Hola, soy James!- se presentó- Esta es Meg, mi novia. Joanne y él es Peter- señaló al del cassette.
- Encantado...- dijo sarcásticamente sin dejar de mirar con rencor a Caroline por humillarle de aquella manera, según él.
-¡Fiesta!- gritó Karl poniendo en marcha el cassette- ¡Vamos amigo! ¡Siéntate!- dijo cogiendo del brazo a Alan y sentándole al fuego.
- ¡¿Una copa?!- dijo Kate y le entregó una especialmente cargada- ¡Ten!
- Venga vale... gracias...- dijo Alan- Por cierto... huele a...
- ¡Te estás quemando!- saltó Deborah.
- ¡Dios!- Alan se levantó de un salto con el culo en llamas- ¡Ayuda!
De entre los árboles apareció un hombre alto, de cabellos largos y rubios trotando. Cogió a Alan en brazos y lo tiró al lago. Salió a correr riéndose y aplaudiendo.
- ¡No sabe nadar!- gritó Caroline.
- ¡Alan!- Kate se quitó el vestido de campo y se tiró al agua. Agarró a Alan con el brazo derecho y lo sacó a la orilla. Se había desmayado. Todos lo rodearon nerviosos. Temían lo peor.
- ¡Se ha ahogado!- gimoteó Caroline- Se ha ahogado...
- ¡No preocuparse! ¡Yo sé hacer el boca a boca!- Kate posó sus labios en los de Alan y sintió una sacudida en el estómago. Infló sus pulmones y se retiró. Alan tosió y respiró hondo. Kate y él se miraron unos instantes y luego él dijo:
- Gracias... muchas gracias...
- ... no hay de qué...- se levantó.
Todos la felicitaron. Ganster había salvado a Alan del fuego, pero no contaba con que no supiera nada.
Todos siguieron con la fiesta, como si nada hubiera pasado.


Todos tomando, y borrachos...
- ¿Puorquí no jubamos a la butella?- dijo Alan borrachísimo.
Aparece Ganster detrás de unos arbustos con una botella de vino vacía.
- Me apunto.. eeejeje- dijo aplaudiedo y con la boca abierta.
- Siéntate buen hombre..- dijo James tocándole el culo a su novia Meg.
Se oían unos ronquidos que provenían de Karl.
Todos se colocaron en corro alrededor de la botella..
- Yo primero, ejejej- dijo Ganster aplaudiendo, y giró con todas sus fueras la botella, demasiado fuerte, y le dió en la cabeza a Alan.
Alan se cayó para atrás, y Ganster añadió:
- ¡Pilila!¡Arriba!- dijo ayudándole a levantarse, y giró otra vez la botella, pero esta vez con más cuidado.
La botella giró unos segundos, y paró en Deborah, quién la hizo girar y paró en Nick, éste se ruborizó. Todos gritaron:
- ¡Uuuuuhhhuhhhh!¡Beso, beso!- todos menos Joseph que puso mala cara.
Al fondo se escuchaba un grito diferente al de los demás:
- ¡Pilila, pilila, pilila! ejejej..¡beso, beso!- decía Ganster.
Nick se levantó y la besó.
Y volvieron a girar la botella, Ganster de nuevo.
Paró en Ganster..
- ¡Beso pa'mi! ejejeje- dijo aplaudiendo.
Todos pusieron una cara de espanto, pero el juego era el juego.
Volvió a girar la botella y.. se paró.. en ¡Joanne!
Ganster enseguida se tiró hacia Joanne y la morreó. Ella no opuso resistencia alguna.
Durante un rato estuvo besándola, hasta que fueron retirados por el novio de Joanne, Nick.
Volvieron a girar la botella.
Esta vez la giró Joanne, y le tocó a Kate.
Kate la giró y le tocó a.. James.
James la besó, y Kate en ese momento sentía algo por dentro que no sabía que era.
Después de todo el juego, cada uno se puso a recoger todo lo que podía, la basura, y todo lo demás, y se fueron a dormir cada uno a su cabaña.

Esa noche no pasó nada especial, entre el viaje por la mañana y la fiesta todos estaban agotados.
Ganster se fue a la cabaña de mantenimiento, pero.. ¿por qué de repente se había vuelto tan tonto? No se sabe..

Al día siguiente, todos estaban con resaca de la noche.
Nick no había bebido tanto como los demás, y estaba un poco más activo.
A las trece horas, casi todos dormían, Kate fue la primera en levantarse, y al rato se levantaron Deborah y Joseph que se sentaron un rato en el sofá a charlar y a desayunar leche con galletas.
Kate, mientras, pensaba lo que haría por la tarde para no aburrirse, sentada en una silla. Deborah terminó de desayunar y llevó los vasos a la cocina. Joseph se tumbó en el sofá e intentó relajarse ya que le dolía la cabeza.
Llamaron a la puerta y Kate se levantó de su silla a abrir. Era Nick:
-¡Hola!¡Buenos días! ¿Cómo os encontráis? En mi cabaña están todos destrozados, durmiendo todavía..- dijo Nick.
- Aquí también, solo nos hemos levantado Deborah, Joseph y yo como puedes ver, ¿quieres pasar?- dijo Kate.
- Pues bueno, no hay otra cosa mejor que hacer.. Ahora estoy esperando a unos amigos, son los de la cabaña nº once, pero aún no han llegado. ¿Os queréis venir esta tarde un rato al lago?
- A mí me encantaría.. yo sí iré, tenlo asegurado..- contestó Kate- Deborah ¿te apuntas?
- ¡Pues claro!, Joseph, ¿tú querrás venir?- dijo Deborah.
- Me lo pensaré..
- Bueno, me voy a apañar una cosilla. ¡Nos vemos!- dijo Nick.
- ¡Hasta luego!- dijeron Deborah, Joseph y Kate.
Kate se puso a cocinar, hoy comerían tallarines. A las dos y cuarto los demás se levantaron, y a las dos y media se pusieron a comer.
Cuando acabaron estuvieron de relax.
Deborah y Kate se metieron en el jacuzzi, Joseph se volvió a tumbar en uno de los sofás y Caroline se tumbó en el otro.
Alan ya tenía el pie mucho mejor, así que salió a dar un paseo.
Mientras, Jack se fue solo al lago.

Continuará..

Nuevas apariciones

Peter



James



Meg



Joanne

20 de agosto de 2012

Capítulo 2

Al día siguiente y a la hora de partir (las doce y media de la mañana) todos estaban preparados para ir hacia Wetside en la puerta de la casa de Deborah.
- ¿Listos para pasar las vacaciones de vuestra vida?- dijo Joseph.
- ¡Listos!- dijeron Kate y Deborah a la vez.

Se dividieron en dos coches: Alan y Caroline fueron en su BMW, y los demás fueron en el Volvo de Jack.



Caroline y Alan se pusieron delante para que el otro coche le siguiera hasta el lugar indicado.
Y en el coche de Jack, Joseph hablaba animadamente con Deborah.
- Bueno.. aquello como sabrás está en mitad de la naturaleza, y me encantará pasar estos días ahí contigo..- dijo Joseph satisfecho pensando en sus vacaciones espectaculares con Deborah.
- Si... lo pasaremos bien..- dijo Deborah aburrida por el viaje.
- No te preocupes cari, ya mismo estaremos allí..- dijo no muy convencido.
Mientras Jack y Kate a su bola hablaban de sus cosas:
- Pues si, y cuando llamó quedé sorprendida.
- ¡Ya te vi! Ibas muy.. bueno.. mejor dejemos este tema- dijo concentrada en la carreter

Alan hablaba en su coche con su amada Caroline, que se sentó en el asiento de atrás porque delante se mareaba:
- Bueno, estas de vacaciones me tendré que aguantar- dijo en voz baja.
- Cariño, esto lo haces para hacerme feliz a mi ¿no te agrada ver feliz a tu esposa?- dijo Caroline.
- La verdad sí, pero... bueno habrá que intentar pasárselo bien todos juntos, total... por un mes no pasará nada... dijo con cara de loco.
- Gracias, espero verte feliz estos días....- le dijo Alan.
- Si...- dijo Alan para sí mismo.
Por una vez dejaría apartada un poco la seriedad, supuestamente.
A la media hora llegaron y Caroline fue a la cabaña de alquiler a pedir las llaves de la cabaña nº 13 al encargado de mantenimiento.
- Hola, quisiera las llaves de mi cabaña. A nombre de Alan Rogsbert, para un mes.
- La cabaña ¡¿nº 13?!, eh.. sí, enseguida se las doy..
-¿Por qué se habrá puesto así?- dijo pensando.
- Aquí las tiene.. ¿quiere saber ya lo que debe o se lo dejo para cuando marchéis?- preguntó el hombre.
- Prefiero dejarlo para cuando marchemos- dijo mirando al hombre de arriba abajo.

El hombre era un poco raro, tenía dos verrugas en la cara, la nariz era larga y en la punta tenía una de las verrugas. Otra la tenia justo debajo de la boca, sus labios estaban muy desgastados y con pellejos sin arrancar. Tenía el pelo largo y rubio. Estaba rellenito y tenia los brazos muy largos.
- Eh.. perdone- dijo Caroline- ¿cómo debo llamarle?
- Llámame Ganster, me gusta que me digan así..
- Vale, señor.. Ganster, encantada- dijo Caroline.
- Igualmente preciosidad, que disfruten de la estancia..- dijo no muy convencido y con cara de pocos amigos.
- Gracias, hasta luego.


Fuera, los demás ya se dirigían hacia la cabaña, pero el problema es que no sabían qué cabaña era.
Alan esperaba fuera a Caroline.
- ¿Nos vamos?- preguntó Alan.
- ¿Y los demás?
- Se dirigen hacia la cabaña- contestó.
- Pero, ¿les dijiste la cabaña que era?
- Ay ¡no! qué descuido.. Se me olvidó, pero es que ellos tampoco preguntaron- dijo poniendo cara de tonto.
- Es la primera vez que te descuidas y que pones esa cara.. ¿qué estás tramando?- dijo preocupada.
- Cariño, soy un hombre serio.. yo nunca tramaría nada, y menos contra tus amigos..
- Eso espero.. vamos a buscarlos.
Partieron a buscarlos, pero antes aparcaron bien el coche en su aparcamiento correspondiente.
Ganster se quedó mirando desde la ventana de su cabaña de mantenimiento.
Se encaminaron hacia una cabaña que había a lo lejos. Alan caminaba con todo el equipaje.
Caroline apretó el paso y llegó jadeante a la puerta de la cabaña. Era la nº cinco.
- ¡Coño! ¡¿Cómo vamos a encontrar la cabaña?!¡¿y a todos?! ¡esto es inmenso!- gritó Caroline.
Alan se molestó por la palabrota.
- ¿ Por qué no te calmas?- Alan dejó el equipaje para descansar- tus amigos se habrán internado en el bosque, no hay otro camino- señaló el bosque siniestro.
- Yo os puedo servir de guía- Ganster apareció en la puerta de la cabaña 5.

Alan y Caroline dieron un bote sobresaltados. ¿Cómo se las había ingeniado para llegar a la cabaña antes que ellos cuando habían sido ellos los primeros en encaminarse y Ganster se había quedado en la cabaña mirando?
- De acuerdo...- dijo Alan mirándolo con asco- recoja el equipaje y guíenos. Estamos cansados del vieje- sacó un pañuelo del bolsillo y se limpió la frente sudorosa.
- ¡Vamos!- aplaudió Ganster y salió con paso torpe hacia Alan. Recogió las maletas y sonrió a ambos.
- ¡Rápido!- se desesperó Caroline.
Ganster podía de sobra con el equipaje. Fue andando por el borde del bosque y se adentró.
Alan y Caroline los seguían ceñudos. Le siguieron una media hora, y llegaron a lo que parecía al otro lado del bosque. A lo extenso se divisaba un gran lago rodeado de rocosas montañas. La cabaña parecía más grande que la anterior, tenía dos pisos y una pequeña terraza.
Estaba bastante separada muy pe del lago, pero no muy lejos, y muy pegada al comienzo del bosque. Una pequeña embarcación era azotada por el viento. Un grupo de personas aparecieron bordearon la cabaña.
- ¡Kate! ¡Deborah! ¡Chicos!- gritó Caroline- ¡¿Pero por qué demonios no os habéís esperado?!
- Creiamos que como habíais venido más veces, no os perderiais. Nosotros recordábamos el camino...
-¡Aquí tiene! Jejeje- Ganster soltó el equipaje en los pies de Alan. quien profirió un grito y una maldición- Ahora me voy- dijo con su tono de bobo y silvó. Un burro apareció entre los árboles y se fue a lomos del animal.
- ¡Qué asco de tío!- exclamó Deborah.
- ¿Entramos? Espero que al menos tenga tele- dijo Joseph.


Caroline abrió la  puerta. La estancia era agradable. Había un pequeño salón con dos sofares y una chimenea. Las ventanas estaban cerradas, pero las cortinas abiertas. Al fondo estaban las escaleras de madera, como el resto de la cabaña. La cocina era un poco más pequeña del salón, pero muy bonita. El cuarto de baño estaba al lado de la cocina. Tenía ducha, lavabo, etc, incluso un jacuzzi en medio. Arriba había tres habitaciones amplias y acogedoras. Las camas eran muy grandes.
Acomodaron todo en sus respectivas habitaciones. Una cuarta habitación pertenecía a una pequeña biblioteca. Alan tuvo que sentarse durante toda la tarde con el pie izquierdo en hielo por el golpe que Ganster le había dado con el equipaje. Deborah, se cambió enseguida y se puso el bikini, al igual que su novio el bañador. Salieron junto a Jack al lago para darse un baño. Las aguas eran cristalinas y frías. Joseph los deleitaba con algunos saltos espectaculares.


A Deborah se le caía la baba con su novio. Jack, sin embargo, no sabía hacer tantas cosas, así que se conformó con nadar.
Kate subió a su habitación deseosa de estrenar su nuevo bikini. Se desnudó y se lo puso. Era negro con los bordes rojos. Bajó las escaleras y se lo enseñó a Caroline.
- A Alan no le gusta que me exhiba- dijo Caroline apenada- por eso no me he traído bikini.
- Pues que le den a Alan, vamos eres joven, hay que divertirse- la llevó a su habitación- toma- le dio otro bikini que había traído- póntelo y si no le gusta que no mire.- Caroline se lo puso. Era lila- ¿cuándo vas a lucirte, cuando seas una vieja?- la verdad es que Caroline era físicamente normalita pero no tenía apenas culo.
- Voy a darme un baño, ya es hora que empiece a sentirme joven- salió de la habitación alegre.
- Lástima que no tengas qué lucir- se miró Kate al espejo y habló para sí- No creo que Alan esté muy satisfecho de tí como mujer.. yo lo haré vibrar- se rió y bajó de nuevo las escaleras.
Alan estaba sentado, con el pie en hielo aún y con el portátil encima.
- ¡Alan! No irás a trabajar también en vacaciones ¿no?- tomó asiento a su lado.
- No, solo el tiempo que tenga el pie así- respondió sin levantar la vista de la pantalla.
- Si quieres.. te puedo dar un masaje..
- ¿Qué?- levantó la vista de repente.
- Tengo una crema buenísima para los golpes, la traigo y te doy con ella en el pie- saltó alegre del sofá y regresó con la pomada y una toalla- a ver..- sacó el pie del hielo y lo secó con cuidado en su regazo. Después destapó la crema y le empezó a dar el masaje.
- ¡Oh!- gimió de placer.
- ¿Más fuerte?- preguntó Kate.
- ¡Si! ¡No pares! ¡Oh!- decía Alan.

Deborah salió del lago y se acercó a la cabaña. Iba a la cocina para preparar el almuerzo.
Se dispuso a abrir la puerta cuando oyó algo y se detuvo a escuchar.
- ¡Así, si! ¡Oh!
- ¿Más?
- ¡Ya! ¡No más! ¡Es bastante por ahora!
-¿Qué tal?
- La verdad es que es bastante placentero.. ¡uf!
- Se ha corrido mucho.. voy a lavarme las manos.
- Yo seguiré con lo mío.. gracias.
En ese momento Deborah abrió la puerta. Alan estaba incorporándose en el sofá, tenía la bragueta abierta.
Kate tenía las manos manchadas de blanco.
- No hay de qué..- dijo mirando sonriente a Deborah.
- Pero ¿qué significa esto?- susurró Deborah llevándosela a la cocina.
- ¿Qué te pasa?- preguntó Kate lavándose las manos.
- Da gracias a Dios porque he sido yo la que ha entrado, si hubiera sido Caroline..
- ¡Espera! ¿Qué estás diciendo?
- Te he pillado.
- ¿Me has pillado? ¿Qué me has pillado?
- Tú..- la agarró y se lo dijo al oído.
- ¡¿Qué?!- se apartó riendo.
- No lo niegues, te he pillado con las manos en.. el semen..
- ¿Esto es semen?- sacó la crema.
- ¿Crema para golpes? Pero que..
- Le estaba dando un masaje en el pie..
- Pero, yo.. él tenía la bragueta abierta..
- Ni se ha dado cuenta, creo..- explicó y se fue de nuevo al salón.
- ¡Oh! lo siento..- se dijo y empezó a cocinar.
- ¿Cómo lo tienes ahora?- preguntó Kate con el escote a dos palmos de la cara de Alan.
- ...du- quiero decir, mejor, si gra-gracias.

Kate salió fuera y se tiró al agua.
Deborah estaba en la cocina terminando de hacer la comida. Salió fuera y dijo:
- ¡A comer!- grtitó con todas sus fuerzas.
Pero en vez de acudir sus compañeros, salió un vecino de la cabaña nº quince a mirar qué pasaba.
- ¿Qué son esas voces? Estaba durmiendo- dijo un hombre llamado Karl.
El hombre era gordito, estaba despeinado y parecía que no se hubiera afeitado en varios días.


- Perdón, si le he molestado, pero es que he llamado a mis compañeros.- dijo Deborah.
- Bueno le perdonaré si me invita a comer- dijo acercándose a ella.
- Eh... bueno, pase... señor...
- Karl, me llamo Karl, ¿y tú?- dijo sonriendo. Parecía un poco guacharro.
- Pues... Deborah.
- Jeje ¿Qué hay de comer?- dijo frotándose las manos y entrando a la casa.
- Conejo al ajillo, lo he hecho yo.
- ¡Me encanta el conejo! ¡Has dado con mi comida!-se dirigió a Alan- Hola ¿cómo estamos?- le dio unas palmadas en el hombro.
- ¿Le conozco?- preguntó Alan a Karl.
- Me parece que no. Pero ahora sí. Me llamo Karl Sidney, ¿y usted?- dijo extendiéndole la mano.
- Alan Rogsbert- le estrechó la mano de mala gana- ¿En qué puedo servirle...?- volvió a mirar la pantalla del portátil.
- La verdad es que en nada, porque Deborah ya me ha ofrecido lo que quería, gracias- tomó asiento en la mesa y Alan soltó el portátil.

Los demás llegaron y se sentaron a la mesa. Como miraban extrañados a Karl, Deborah dijo:
- Este es el vecino, Karl.
- Hola- saludaron todos.
- La comida está ¡muy rica.. te felicito Deborah- dijo Karl satisfecho.
- Gracias, pero... falta alguien ¿no?
- Sí, mi novio...- dijo Caroline sin preocupación ninguna- lo traeré...- y pensando para ella se dijo "porque no hay más remedio que si no..."
Llamaron a la puerta.
- ¡Voy yo misma! Casi he terminado...- dijo Deborah levantándose de la mesa.
Abrió la puerta. Era un chico alto, rubio, con buena constitución; llevaba solo unos pantalones caídos.


También parecía haberse levantado recientemente.
- Hola- bostezó- ¿Está Karl aquí?
- ¿Quién coño...? ¡Ah, sí! Está dentro comiendo.... Pasa- lo metió para adentro.
- Tiene mucha cara...- dijo entrando- ¡Karl, vamos! Deja de aprovecharte, gordo bravucón... - lo sacó de la mesa- Lo siento, es que mi novia aún no ha llegado y no tenemos nada para...- se le cayó la baba al ver el conejo.
- ¡Siéntate, ha sobrado conejo!- dijo Deborah sentándolo.
Alan se acababa de sentar y miraba con recelo a los nuevos inviados.
- ¡No pude sobrar nada! ¡Anda, trae para acá!- Karl cogió otro plato y todos se acabaron hasta la última patata.
- ¡No exageres, hombre! Otras veces me sale más rico- dijo Deborah haciéndose la interesante.
La conversación se animaba mientras los demás miraban.
Cuando terminaron se levantaron de la mesa, y Nick dirigiéndose a todos dijo:
- Gracias por la comida, todo muy rico. Me gustaría hacer con vosotros una hoguera esta noche.
- ¡Buena idea!- dijo Deborah pegando un salto en la silla.
Todos la miraron.
- Es decir... bueno... estaría bien...¿qué opináis?- preguntó Deborah.
- ¿Quiénes vamos a ir? ¿Nosotros solos?- preguntó Kate interesada.
- Estoy esperando a mi novia Joanne que vendrá con unos cuantos amiguetes y con provisiones...- dijo Nick.
- Yo me temo que no podré asistir a esa "fiesta"- dijo Alan , intentando volver al sillón donde se encontraba su portátil- Y... Caroline tú no deberías ir tampoco, eres mi prometida y eso no estaría bien...
- De acuerdo...- contestó resignada.
- ¡Pero qué soso eres!-dijo Joseph- ¡Claro que vendréis! Nadie debería perderse esa fiesta...
- Bueno, nosotros ya nos vamos. Y nos veremos esta noche... Hasta luego- dijeron Nick y Karl cerrando la puerta y dirigiéndose a su cabaña.
- Alan, no deberías de ser tan serio... está bien que lo seas con tu trabajo, pero no todo el tiempo- le dijo Joseph ayudándolo a sentarse.
- ¿Y qué quieres? ¿Que sea un descerebrado borracho? ¿Un inepto que no se preocupa nada más que de pasarlo bien...? Ese no es mi concepto de vida- explicó encendiendo el portátil.
- Entonces vive como quieras, pero deja que Caroline decida por si misma, ya es mayorcita...
- Tú no deberías de meterte en lo que no te incumba- le cortó.
Joseph volvió donde estaba Caroline triste.
- Tú no tienes por qué atarte a un tío tan gilipollas como él- le dijo dándole unos golpes en el hombro.
- Pero nuestros padres concertaron nuestro matrimonio, ahora no me queda más remedio que casarme con él. Yo le quiero, pero...
- No lo amas...- sentenció Jack.
- ...Tenéis razón. Voy a ir, y no consentiré que me ate... ¡Soy jóven y tengo que divertirme!- salió corriendo para arreglarse.
Caroline siempre se había sometido a Alan, y eso ya empezaba a cansarla. No seguiría así, llevando esa aburrida vida.

Continuará..

13 de agosto de 2012

Wetside

                                                               Capítulo 1

Habiendo llegado ya la tarde del viernes, Caroline se relajaba en su casa planeando un divertido mes de vacaciones para ella, su pareja y un grupo de amigos. Alan, su prometido, abogado y jefe de un bufete muy importante; se estaba duchando después de un largo día de trabajo. Al salir de la ducha con una toalla liada se dirigió a su futura esposa:
- ¿Por qué estás de tan buen humor?- le preguntó.
- Ya he pensado lo que podríamos hacer estas vacaciones.
- Y.. ¿Cuál es el plan?- preguntó con cara de indiferencia.
- Vamos a alquilar una cabaña en el lago, es que me hace ilusión.
- ¿Para los dos solos?- preguntó con cara de viciosillo.
- Había pensado en invitar a nuestros mejores amigos..
- Ya sabes que no me caen muy bien.. pero si te hace ilusión está bien.
- Gracias, sabía que lo entenderías..- y salió corriendo hacia el teléfono.
- No hay de qué..- dijo quitándose la toalla y empezándose a vestir.


Mientras tanto en casa de Deborah, Kate y ella estaban mirando en internet lugares de vacaciones, cuando de repente suena el teléfono:
- ¿Si?- contesta Deborah.
- Hola, soy Caroline, ¿tienes planes para este verano?
- Por ahora no.. me has pillado con mi hermana mirando en internet lugares de vacaciones.
- ¡Deja de buscar! Mi prometido y yo os invitamos a la cabaña del lago Wetside.
- ¿En serio? ¿A todos?
- Sí, a tu hermana y a tí con vuestros novios ¿Os hace?
- Sí, se lo consultaré a mi hermana Kate.
- ¿Me la pasas para que hable con ella?
- Vale, espera... ¡Kate, al teléfono!
- ¿Diga?- dijo Kate ceñuda al teléfono.
- ¡Kate! ¡Soy yo, Caroline!
- ¡Ah, hola! ¿Qué tal?
- Bien, le decía a Deborah que estas vacaciones las podíamos pasar juntos en Westside.
- ¿Westside?- se sorprendió- ¿No es allí donde se cometieron todos esos extraños asesinatos?
- No seas paranoica, esa cabaña está muy lejos de la nuestra...- aclaró algo acalorada.
- Bueno... me lo pensaré...
- Venga, no seas tonta.
- ¿Quiénes vamos?- preguntó esperanzada en que alguien a quien quería ver fuese.
- Yo, mi novia, tu hermana y su novio, y tu si quieres con tu novio ¿qué te parece?
- ¿Alan va?- el corazón le dio un vuelco.
- Sí..., pero no está muy convencido; no le gusta el campo. Es muy soso, espero que estas vacaciones sonría una vez al menos.
- Creo que al final si voy a ir, ¡preparé las maletas ahora mismo!
- Así me gusta, y espero que en la cabaña vecina haya... tíos buenos...
- Yo también, chao.
- Besos...- colgó.



Kate salió corriendo de la casa de su hermana Deborah a su casa para hacer las maletas,  se fue sin decir nada.
Deborah dirigiéndose a ella (creyendo que aún estaba al teléfono) dijo:
- Bueno ¿y qué pensamos hacer? ¿Vamos o no va...? ¡¿Kate?! ¿Dónde te has metido?

Llamaron a la puerta de repente y Deborah pegó un salto, y se dirigió a abrir la puerta asustada...
- ¡Hola!- dijo más calmada.
- ¡Hola!- dijo Jack- ¿Está aquí mi novia?
- La verdad es que no se ni yo si está o no.. la dejé hace un momento hablando por teléfono, y cuando fui a ver si había acabado ya no estaba.
- Vamos a buscarla.
- No creo que sirva, la he estado llamando y nada que aparece.. se habrá marchado para su casa, pero es raro que se vaya sin avisar.
- Y sin coche..- añadió Jack- porque yo quedé en recogerla aquí, por lo menos me podía haber llamado.
- Bueno, ¿quieres pasar?- preguntó Deborah dejándole paso.
- No, mejor voy a ver si está en su casa. Adiós.
- Hasta luego- cerró la puerta.

Jack se subió al coche y condujo hacia la casa de Kate, iba por el camino escuchando "Like a virgin" y canturreándola. De repente, captó un borrón negro: era Kate corriendo a toda velocidad hacia su casa. Aceleró el coche y le cortó el paso.
- ¡Cabrón!¡Mire por donde va!- se paró cuando vio quién era.
- ¡Lo siento!- se bajó del coche y fue hacia ella- ¿estás bien?- se acercó a ella y la estrechó entre sus brazos.
- ¡¿Qué coño te pasa?!¡Casi me matas!
- Solo quería alcanzarte- la soltó- tranquila.
- Bueno, pues acércame a mi casa y te explico- se subió al coche.
- Pero..
- ¿Subes o qué?
- Si, bueno..- se subió desconcertado.
- ¡Ah! pero si estoy al lado de mi casa- se bajó y entró en la casa de enfrente.
- Me encanta esta chica- aparcó el coche bien.


Mientras tanto en casa de Deborah acababa de llamar a su novio para comunicarle lo del viaje y este había aceptado encantado. Se dispuso a hacer las maletas. Bajó las escaleras y las buscó en el garaje. Subió con un par de color azul. Entró en su habitación, abríó el armario y sacó un montón de prendas. Del cajón de la mesita de noche sustrajo un montón de tangas, sujetadores y medias.

Esa tarde hacía un calor tremendo, hasta los árboles y flores empezaban a sudar. Kate y Jack terminaron el equipaje juntos (aunque ella lo hizo mucho antes).
Al día siguiente, Deborah invitó a Kate, Jack, Joseph, Caroline y Alan a comer en su casa para celebrar las inminentes vacaciones.
Sobre las una del mediodía empezaron a llegar. El primero fue Joseph que había estado ultimando el equipaje. Después llegaron a las una y diez Kate y Jack. Deborah y Kate empezaron a poner la mesa mientras Jack y Joseph discutían sobre un antiguo partido de fútbol.
- No creo que fuese necesario expulsarlo- dijo Jack.
- ¡Se lo merecía!¡No juega limpio!- contestó Joseph.

Sobre las dos menos cuarto todo estaba preparado. Se sentaron a la mesa esperando la llegada de la tercera pareja. A las dos menos cinco, Jack propuso empezar sin ellos, pero Deborah y Kate le echaron una buena reprimenda alegando que no era de muy buena educación así que siguieron esperando hasta que a las dos en punto sonó el timbre de la puerta.
- Ya voy yo- se levantó Joseph.
Se dirigió hacia la puerta y la abrió. Caroline y Alan se encontraban al otro lado. A pesar de la calor alarmante, Alan lucía uno de sus elegantes trajes de chaqueta. Y encima era marrón oscuro. Caroline, que estaba obligada a ofrecer una imagen errónea por Alan, también iba demasiado arreglada para un simple almuerzo de colegas.
- Buenas tardes, Joseph- dijo Caroline extendiendo una mano a Joseph.
- ... eh... ¡Sí, buenas! ¡Pasad!- dejó paso mientras Caroline bajaba la mano sin haber sido estrechada.
Alan y Caroline eran muy estirados. Uno de esos snobs ricachones, pero no eran tan estúpidos. Caroline se había acostumbrado a ser así, aunque a veces le hubiera gustado soltarse la melena y no ser tan formal como su prometido, al que parecían haberle robado la sonrisa y el sentido del humor desde la cuna.
Cuando llegaron al salón, todos se levantaron a saludarlo:
- Buenas tardes; ya era hora...- Kate se dirigió a Caroline.
- Hemos tenido un ligero contratiempo- explicó Alan ofreciendo asiento a su prometida y sentándose él también.
- ¿Cuál podría ser ese contratiempo con tan buenos amigos esperándoos?- preguntó Kate sonriendo levemente.
- Pues... - empezó Alan alzando una ceja- atasco- terminó.
- Bueno  ¿empezamos?- dijo Jack cogiendo con fuerza los cubiertos.
- Qué vulgaridad...- murmuró Alan.
Empezaron a comer, todos hablaban menos Alan, quien consideraba que era una grave falta de educación; Caroline intentó intervenir, pero se calló ante la mirada severa de Alan. Tras el almuerzo llegaron los postres y después el café que lo tomaron en la salita, Kate y Deborah quitaban la mesa y limpiaban. Caroline insistió en ir con ellas, Alan al principio no le pareció buena idea:
- Por favor, son mis amigas...
-... está bien, pero no es necesario que limpies, para eso están las sirvientas.
- ¿Qué sirvientas?
- Bueno, por supuesto ellas no tienen.. pero nosotros sí y para que tú no tengas que realizar esas bajas labores.
- Bueno, lo que tú digas...- se levantó y se fue corriendo a la cocina.


Jack y Joseph se fueron juntos a un bar para presenciar juntos un partido, ofrecieron a Alan ir con ellos pero , detestaba el fútbol y cualquier tipo de deporte que implicara sudar demasiado. Así que, se quedó sentado en el sofá sorbiendo té. Kate dejó que Caroline y Deborah hablasen, ella se dirigió al salón. Antes de sentarse en el sofá, lanzó un beso silencioso en la nuca de Alan, y luego tomó asiento.
- ¿Te aburres?- preguntó Kate cruzando las piernas.
- Aburrirse es algo para las personas con poco cerebro- dio un sorbo al té y siguió mirando con algo de desprecio la estancia- Además "aburrir" es un término tan vulgar...- dejó el té en la mesita del té.
-  ¿Y qué no es vulgar para ti?- preguntó sonriendo.
- "Esas piernas"- pensó mirándola de reojo- Me temo que se está haciendo tarde- carraspeó.
- ¡Pero si todavía no son ni las cuatro!- rió sonoramente.
- Pero tenemos asuntos pendientes...- se levantó, se alisó el traje y se colocó bien la corbata- ¿Puedes decirle a Caroline que venga?
- Claro- se levantó del sofá y se fue para la cocina- y luego negociamos el sueldo- pensó.
Llegó a la cocina y avisó a Caroline, la cual contestó que no se iría tan pronto. Kate regresó al salón tan deprisa como pudo.
- Dice que no se quiere ir aún- se tocó el pelo.
- Bueno, en ese caso despídeme de todos. Yo ya me marcho- se dirigió a la salida.
- Hasta mañana- Kate abrió la puerta.
-Adiós- salió sin mirarla y se montó en su coche.
Kate lo miró, al cabo de un rato cerró la puerta. Suspiró y volvió al salón. Se acostó en el sofá y se quedó dormida pensando en sus deseos.



                                                                  Continuará....