- ¿Estás sola?- preguntó Richard.
- Sí- contestó Deborah.
- Pues entonces..- cortó su frase y la cogió de los brazos y la besó.
Ella se quedó muy quieta y lo siguió besando. Cuando se terminó ese bonito momento:
- Bueno, ¿damos el paseo?- preguntó Richard.
- Claro..- dijo Deborah preocupada, ella le había mentido a sus amigos diciéndoles que iba a ensayar.
Richard le echó el brazo por encima mientras paseaban:
- Debi, el beso de antes.. bueno, fue un impulso pero ¿por casualidad te gustó?
- Eh.. no es que tú me gustes, te conozco muy poco y hay una cosa que no sabes.
- Bueno, pues ya es hora de que me lo cuentes.
- Verás, yo tengo novio.
- ¿En serio? Nunca te he visto con él.
- Eso es porque.. no quería que tú me vieses con él.
- ¿Y eso a qué se debe?- dijo muy interesado.
- A que.. cuando te vi sentí algo por dentro, y desde entonces no he dejado de pensar en ti.
- Eso es una obsesión, pero en cuanto nos liemos te olvidarás de mí- dijo desilusionado.
- Yo no quiero que tú dejes de pensar en mí, me has gustado mucho.. Cuando te vi quedé impresionado.
- ¿En serio?
- Si, pero tú tienes novio.
- Pero.. ¿no puedo tener amigos?
- ¿Solo quieres que seamos amigos?
- Pues sí, pero podríamos tener algo.
- Ahora ¿no?
Richard cogió a Deborah por el brazo y se la llevó al lado del lago a toda prisa, allí empezaron a besarse más apasionadamente que nunca.
Deborah sabía que lo que hacía estaba mal, pero Richard le despertaba un sentimiento por dentro.. y no podía dejar de besarle.
Richard la cogió en brazos y se adentró con ella en el lago. Ahí empezaron a quitarse los bañadores, y empezaron a hacer el amor.
Estuvieron ahí una hora y al terminar se tumbaron en la orilla.
- Richard, a sido estupendo, nunca lo había pasado tan bien.
- Me alegro que te haya gustado, tú me has echo sentir lo que nunca nadie había conseguido. Podríamos seguir viéndonos sin que tu novio se entere.
- ¿Y tú no tienes novia?
- No, pero he tenido muy pocas. Bueno contéstame.
- Yo no siento amor por ti, no quiero hacerte daño, solo tengo una obsesión..
- Bueno pero con el tiempo que pases conmigo te podré gustar.
- No lo sé. La verdad es que yo al que quiero es a mi novio.
- Déjale por mí, yo puedo darte más cosas.
Deborah puso una cara rara, se levantó del suelo y se fue corriendo hacia su cabaña.
Richard salió detrás de ella, pero se tropezó con una rama y se cayó. No se hizo nada y decidió irse para su cabaña. Ya la vería al día siguiente.
Deborah llegó a su cabaña, abrió la puerta y entró. Eran ya las once de la noche. Se sentó en el sofá y pensó en lo que acababa de hacer. Se lo había pasado muy bien pero le había puesto los cuernos a su novio. Ella quería seguir viendo a Richard, solo sería una pequeña aventura de verano, después seguiría tan bien con su novio. Dejó de comerse el coco y se fue a la cama. No podía dormirse pero al final cayó y los demás no habían llegado. Deborah por primera vez tenía miedo a enamorarse de él.
Los demás llegaron a la cabaña a las tres de la madrugada y se acostaron.
Deborah no se enteró de que habían llegado, estaba profundamente dormida.
Por la mañana a las diez Debi y Kate bajaron abajo a desayunar.
- Buenos días- dijo Debi.
- Buenos días.
- ¿Qué tal lo pasasteis anoche?
- Bien, tu novio pilló un pedo..
- Como siempre, este no puede ser peor.
- Alan no quería entrar en una discoteca, pero al final entramos todos y allí pasó de todo.
- Ya, me lo imagino.
- Nos vinimos porque ya era muy tarde y estábamos muertos de sueño.
- Yo no os oí llegar, ¿qué hora era?
- Llegamos a las tres de la mañana. ¿Y tú que tal el ensayo?
- Bien, hoy grabaremos pero no me dijeron hora.
- Muy bien, me alegro, voy a hacer los desayunos.
- Vale gracias.
Jack bajaba las escaleras y detrás de él Caroline. Los dos se sentaron junto a Deborah en el sillón sin decir nada.
- Buenos días- dijo Kate con la bandeja del desayuno para todos- ¿no se han levantado los demás?
- No- respondió Caroline secamente.
- Pues les dejaré el desayuno aquí.
Desayunaron mientras los otros seguían durmiendo. Llamaron al timbre. Kate fue a abrir.
- Buenos días- dijo Alex- ¿y Deborah? ¿No se acuerda de que hoy grabamos a las diez?¡Llevamos media hora esperándola!
- Espera- dijo Kate- ¡Deborah! ¡Los del comercial te buscan!
- ¡Voy!- dijo pegando un salto del sillón- ¿Qué pasa?- dijo mirando a Richard de reojo.
- Pues pasa que llevamos media hora esperándote.. - dijo Alex con los brazos cruzados.
- ¡Ah! No me dijisteis la hora, así que no tenía ni idea, pasad que me pongo el bikini y ya.. cinco minutos- dijo Deborah subiendo ya las escaleras a prisa.
Nadie habló en ese rato.
- Ya estoy lista.. - dijo Deborah.
- Pues vamos ya, ¡Dios mio! Que tarde se nos hizo, venga para afuera..- dijo Alex desesperado.
Al cabo de diez minutos llamaron a la puerta.
- Buenos días- saludó Caroline.
- Hola, me preguntaba si os apetecería venir con nosotros a una pequeña excursión..- explicó Nick desde la puerta.
- ¿Y a dónde sería?- se acercó Jack.
- Pues al otro lado del lago, detrás de las montañas.
- Pero eso nos llevaría todo el día- dijo Kate- y a mi personalmente lo de andar no me hace mucha gracia.
- Por eso llevamos las tiendas de campaña, sacos y demás, pasamos la noche allí. ¿Os hace? Partimos en quince minutos.
- Suena bien, ¿preparamos algo o qué?- dijo Jack.
- No, no hace falta, nosotros llevamos todo, en compensación por el conejo..- guiñó un ojo.
- Vale, preparo mi saco y me reuno con vosotros en cinco minutos ¡ah! y la tienda- Jack fue hacia su cuarto.
- Voy a ver si Alan quiere venir..- salió corriendo Caroline.
- .. ¡Hola Nick!- Joseph acababa de levantarse y saludó a su colega.
- ¿Te vienes de camping esta noche?
- Yo me apunto a lo que sea- rió Joseph.
Caroline bajaba con mala cara. Alan se había negado en rotundo a ir de nuevo con los alcohólicos vecinos. Se quedaría trabajando.
- Me da igual, yo pienso ir- dijo Caroline.
Todos estaban listos, excepto Deborah, que rodaba el comercial, Kate que no le atraía nada la larga caminata y Alan que prefería trabajar en vacaciones antes de pasar un minuto más con esos depravados.
Emprendieron la marcha, montaron en barcas para cruzar el lago.
Entre charla y parada llegaron casi a las cuatro de la tarde al sitio pensado.
Joanne se quedó rezagada mirando una araña gigantesca, pero se sobresaltó y huyó. Tropezó con las piedras y se hizo una herida bastante profunda. Nick la ayudó. Al bordear los árboles, llegaron a un plano. Allí ya había una tienducha, mal encajada y sucia, un saco de dormir, raído asomaba en la puerta.
Se quedaron boquiabiertos mirando aquel horror. Detrás de ellos se oyó un ruido de palos cayendo al suelo.
- ¡Amigos!- Ganster los abrazó- ¿Dónde pilila?
- ¿Pilila?- se extrañaron.
- ¡Jejeje!- imitó a Alan, cruzando los brazos y poniéndose serio.
- ¡Ah! Alan..- dijo Joseph riéndose- la verdad es que lo imita bastante bien- se rió más fuerte.
- ¡Correcto!- dio aplaudiendo- jejeje- sacó una botella y se acercó a Joanne- ¿jubamos?- y aplaudió otra vez.
- Luego.. esta noche- dijo Joanne sonriendo.
Nick instalaba las tiendas y Joseph le ayudaba.
Mientras, Deborah en el lago ensayaba un poco la nueva escena con Richard.
Tuvieron que detener la escena debido a que llamaron a Alex al teléfono.
- ¡Un momento!- gritó Alex y cogió el teléfono- ¿Siii?- dijo con pluma- ¡hola mi amorr, ¿qué tal chata?!- preguntaba a Karen.
- Llamaba para decirte que.. ¿cuándo coño vas a venir a recogerme "so" imbécil?- preguntó con ordinariez.
- Pareces enfadada querida.. respira hondo, inspiración, espi..
- ¡A la mierda la respiración! ¡O te presentas aquí ahora mismo o te corto los huevos!
- Auuu, modera tu lenguaje.. ahora voy, termino la toma y voy ¿ok?
- ¡Que te jodan!- gritó Karen, y colgó.
- Menudo carácter- dijo Alex guardándose el móvil y volviendo a la escena.
La última escena consistía en el diálogo del anuncio, tras la última escena, Deborah se despegaba de los labios de Richard y él decía:
- Tu pelo es irresistible- acariciándoselo.
- Claro, porque uso.. ¡Freshmatix!- sacaba el champú de debajo del agua- y lo complementa la crema corporal y gel matix, para tener una piel suave.
- Por eso no he podido evitar ser Freshmatizado- se besaban y él la cogió en brazos y la sacó a la superficie, y simularon hacer el amor desnudos.
- Y.. ¡corten! ¡perfecto! ¡sí! un aplauso..- decía Alex acercándose a la pareja.
Richard y Deborah se vestían.
- ¿Ya hemos terminado?- preguntó Richard a Alex.
- Pues sí, tengo que irme.. ¡chicos recoged las cosas! ¡me voy, hasta luego!
Alex corría como un loco con el coche, salió del camping y paró junto a la cabaña de mantenimiento de Ganster, que tenía la chimenea encendida.
Salió a la carretera y en vez de correr, volaba.
En menos de veinte minutos entraba en la ciudad y a los cinco minutos estaba en la calle de Karen. Bajó del coche sudando y lo cerró, respiró hondo y se abanicó con las manos poniendo los ojos en blanco. Subió las escaleras y llamó al timbre.
Al segundo, la puerta se abrió y apareció una muchacha con el rostro crispado y una mueca muy desagradable.
- ¡Ya era hora, capullo!- salió y lo empujó. Llevó las maletas al lado del coche descapotado.
-¿ Te ayudo, mi vida?- cerró la puerta de la casa y se acercó a ella. Karen ya se había montado en el coche y se había puesto unas gafas de sol. Alex metió las maletas en el maletero.
- Arrancando..- arrancó el coche.
- ¡Voy!- se montó con el coche casi en marcha y salieron a toda pastilla hacia la cabaña número once.
En todo el viaje hablaron. Esta pareja desde siempre había sido así. La mujer era la que mandaba.
Continuará..